Después de perder a sus padres en un accidente , Cristina debe irse a vivir con una tía suya, a la que no ha conocido hasta ahora, y deberá descubrir cual ha sido el secreto que ha guardado su familia para que eso pasara.
Una bonita historia , y emotiva muchas veces, pues las sensaciones de un niño que ha perdido a sus padres no pueden ser de otro modo, pero poco realista en cuanto al comportamiento de nuestra protagonista, nadie se cree que una niña se tome esta situación como si de un adulto se tratara.
Un libro fácil de leer y previsible en muchos momentos, pero que te hacen recordar ciertos momentos de nuestra infancia y sentirte identificado con el personaje en cuanto a la forma de actuar y planear las cosas con su amiga.
Si tuviera que usar una palabra para definirlo, diría que es un libro "tierno"
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