Álex es un niño normal, con unos papás normales , que va a un colegio normal. Quiere ser astronauta. Una vida normal, o eso parece, hasta que le compran un televisor para su cuarto y empieza a ver escenas de violencia a todas horas, de las guerras que nos ocupan en el momento, y se le cambian las ideas, ahora quiere ser soldado.
Mi sensación ha sido intentar hacer un American History X, pero a lo cutre cutrisimo.
Si tu hijo se trastoca y empieza a poner banderas Nazis en el cuarto, y tu se lo consientes, no se que se puede esperar, ese es el principal fallo que le veo, le dejan hacer de todo, sin cuestionarlo en la mayoría de los casos, cosa que no tiene ningún sentido, no pueden luego culpar a la tele de todo lo que pasa
Y para colmo los dos amigos imaginarios
que tiene, que son como los angelitos bueno y malo de los dibujos que
es el mismo disfrazado de cosas diferentes y salen cuando mas les
interesa, y realmente no aportan mucho a la situación.
Me parece que el director no ha sabido
plasmar lo que quería contarnos, porque la idea en si no es mala,
pero esta muy mal tratada, abusa de la morbosidad y de malas escenas
que quieren pero no pueden.
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