Unos científicos se encuentran en el
norte de Finlandia investigando extraños sucesos que guardan
relación con la existencia de una misteriosa criatura. Siguiendo sus
pasos, el pequeño Pietari (Onni Tommila) descubrirá la verdad
oculta tras el rostro de Santa Claus (Peeter Jakobi).
Lo que debería ser la ansiada esperada
noche de Nochebuena, se convierte en una pesadilla para Pietari, que
ha descubierto la verdad sobre Santa Claus, y queda muy lejos de lo
que el se imaginaba.
Lo mejor sin duda es el aspecto
infantil, donde se ven reflejados todos los miedos y exageraciones
que tendemos a hacer con esas edades, pero que es lo que le dan ese
toque especial a la película, y la hacen totalmente creíble, y como
siempre, esas diferencias entre los miedos del niño y la
indiferencia de los adultos, menos mal que al final se dan cuenta que
no todo son imaginaciones.
Para haber sido ganadora en Sitges, la
verdad esque me la esperaba de otra manera, pero no puedo decir que
me decepcionara del todo.
Hay que verla en Finlandes,
subtitulado, pero ahora que la he visto, la verdad es que no me la
imagino en ningún otro idioma, porque realmente le da muchísimo
encanto la versión original y se pueden apreciar ciertos matices
cuando los protagonistas intentan hablar en ingles, cosa que de otro
modo no tendría ni sentido ni quedaría bien.
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